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Un poco de contexto
Desde que empecé a interesarme por la historia de los videojuegos cuando contaba con tan sólo 12 años, siempre he tenido interés por sus orígenes más tempranos.
A causa de mi extrema curiosidad no tardé mucho tiempo en averiguar que uno de los nexos más tempranos e interesantes de los videojuegos procedía de mi país natal España. Se trataba de una consola extraña y desconocida llamada Overkal.
Una consola extremadamente difícil de encontrar y bastante codiciada, más concretamente, un clon español de la Magnavox Odyssey, de fabricante y fechas totalmente desconocidas, que se creía que podía datar de 1973, lo que la convertiría en posiblemente en la primera consola diseñada fuera de Estados Unidos, así como en la segunda consola de la historia. Aunque lo que no cabía la menor duda, es que se trataba de la primera consola pirata de la historia.
Las posibilidades de encontrar información sobre la Overkal para muchos era en cuanto menos, bastante remotas.
Uno de los primeros indicios en internet de la Overkal proviene de David Winter, coleccionista residente en París y aficionado que mediante su página Pong-Story.com documentaba sistemas de los albores de la historia de los videojuegos. En 2003 documentó la existencia de un extraño clon español de la Magnavox Odyssey.
David por aquella época solía adquirir extrañas consolas tipo Pong y sistemas arcaicos a través de tablones de segunda mano y contactando a particulares. En este caso él adquirió una Overkal a un usuario de un foro español, que documentó en dicho foro haber conseguido un clon español de la Magnavox Odyssey en el Rastro de Madrid. David le pagó 400 euros por la Overkal, lo que llamó la atención de todos los usuarios del foro.
Por esa época tenía enorme amistad con Ralph Baer (inventor de la Brown Box, es decir, del prototipo que acabó siendo la Magnavox Odyssey), creando en su página web una sección bastante completa sobre la Odyssey, artículos,… Winter fue una persona significativa en la documentación y reivindicación de la figura de Ralph Baer.
Gracias al contacto con Winter, el propio Baer tuvo la oportunidad de conocer la Overkal, y esta fue su opinión:
Esta es una máquina interesante diseñada por alguien que obviamente sabía lo que hacía. Un diseño pirata mediante interruptores reemplazando los conectores tipo «puente» de los juegos de Odyssey. Me gusta la idea.
Si hubiera puesto más interruptores, hubiera sido capaz de poder jugar no sólo a todos los juegos de Odyssey, sino también los adicionales… Pero ese claramente no era el objetivo, que era el de hacer algo que vendiese… En resumen: ¡Ingenioso, pero extraño!
Ralph H. Baer
No obstante, la primera persona en querer documentar seriamente la Overkal fue Marçal Mora Cantallops, ingeniero industrial e informático doctorado en Comunicación por la Universidad de Alcalá e investigador en el ámbito de los Game Studies. Marçal era dueño de la web RetroMaquinitas.com, web dedicada a fichas de consolas, publicando en 2013 esta página dedicada la Overkal con numerosas fotografías de una consola propiedad de una persona que le contactó. Mostrando de una manera mucho más detallada lo que fue la consola y posibles conjeturas detrás de quién fue su fabricante.
En la RetroGamer número 17, de octubre de 2016, Marçal publicó un artículo sobre la investigación que él realizó durante 3 años sobre la consola, aportando dos datos importantes, el primero que su fabricante fue Inter Electrónica, y el otro, que juzgando ofertas de empleo de la época, el lanzamiento de la consola tuvo lugar entre abril-mayo-junio de 1974. No cabe duda que fueron datos muy reveladores, aunque a mi me dejó con ganas de saber mucho más…
Por otra parte, yo he intentado recopilar información y algunos datos interesantes durante unos 8 años, con la idea de materializarlo algún día. Pero nunca lo llevé a cabo, diría que por falta de interés en ese momento con los videojuegos.
Sin embargo, alrededor de junio de 2023, en una noche que estaba acostado pensativo sin poder pegar ojo a causa del calor y los mosquitos, se me vino a la cabeza una idea que parecía descabellada, intentar documentar los orígenes de los videojuegos en España, entre eso por supuesto, la historia de la Overkal, que para mi suponía una asignatura pendiente desde hacía años. En mi cabeza me puse como misión poner nombre y apellidos a la persona o el grupo de personas que idearon este hito tecnológico olvidado.
Así que me dispuse a investigar para encontrar todo lo que pudiese sobre la consola, y ver hasta donde yo podía llegar.
Después de unos 9 meses de búsqueda de contactos, entrevistas informales, averiguaciones, búsqueda en hemerotecas, revistas viejas, etc… Además de dar forma y recuperar toda la información que he podido obtener hace años… Este es el resultado de dicha investigación. Sea mucho, o poco, esta es al menos una parte de la historia de la Overkal.
Orígenes
Para hablar de la Overkal es indispensable entender la historia y filosofía de su fabricante, Inter Electrónica. La historia de cómo su fundador José Gómez Serrano consiguió crear desde orígenes humildes, todo un gigante fundamental en el desarrollo de la radio y televisión en España entre las décadas de 1940 y 1970.
José María Gomez Serrano nació en 1898 en Jerez del Marquesado, un pueblo ubicado en el este de Granada, en las proximidades de Sierra Nevada y no muy lejos de Guadix. Era el mayor de los 6 hijos que tuvo Casto Gómez (Jesús, Encarnación, Baldomero, Crecencia y Trinidad). La familia vivía en una casa situada en la plaza de la Fuente del Correlón.
Alrededor de 1919 como muchos de su generación, se traslada a Barcelona en busca de nuevas oportunidades. Comenzó a trabajar en los telares de Can Batiló, propiedad de Gamón y Gómez. Es allí donde inició su interés en la electrónica, mientras trabajaba en los telares él se entretenía fabricando receptores de radio de galena.
Se asocia junto al señor Rigau (de origen argentino) fundando en 1929 la pequeña empresa de fabricación y reparación de receptores de radios Rigom (acrónimo de Rigau y Gómez) – Fabricación Nacional de Aparatos de Radio, Amplificadores y Accesorios, con sede en la calle Muntaner 94. Rigau desapareció en la Guerra Civil Española. Bajo palabras de José María, a él nunca le fusilaron porque era prácticamente el único en Barcelona que fabricaba y reparaba aparatos de radio para sindicatos y comités.
Recién terminada la Guerra Civil en 1940, Gómez Serrano junto a varios socios fundan Iberia Radio, S.A. con domicilio en la calle Pujadas 112-118 del barrio de Pueblo Nuevo (Barcelona). Tiempo más tarde hizo socio de la compañía a su hermano Baldomero Gómez Serrano, metiéndolo en la escuela industrial para tener formación en electrónica. Iberia Radio alcanzó éxito comercializando sus primeros modelos de radio.
Alrededor de 1946 debido a conflictos de intereses entre los dos hermanos, José decide abandonar Iberia. Baldomero Gómez Serrano se hizo con el poder y dirigió Iberia Radio hasta que se declaró en quiebra en 1975, debido a la abismal crisis que sufría la compañía. Crisis que en su mayor parte fue fruto de numerosos problemas laborales.
Una historia que daría para artículo en sí mismo. Todo empezó por la destrucción de la factoría a causa de un incendio de naturaleza sospechosa en noviembre de 1971, en el que perdieron la vida 3 bomberos. Sorprendentemente ocurrieron otros 8 incendios desde 1962. El cierre de la fábrica y el impago de los salarios de los trabajadores causó una grave situación laboral en Iberia, que quedó agravada cuando a sus espaldas, Iberia estaba construyendo una nueva fábrica ubicada en Cervera (Lleida), pero con la intención de utilizar mano de obra empleada de dicha población con un salario más bajo.
Baldomero Gómez Serrano fue acusado de diversos delitos, entre ellos gestión fraudulenta, siendo puesto en prisión en 1976.
La historia de Inter Electrónica
Tras su salida de Iberia Radio, José Gómez Serrano se traslada por un tiempo a Estados Unidos para trabajar para Philco, con quienes ya había establecido relaciones mientras era director de Iberia. Adquirió nuevos conocimientos y visiones sobre el futuro de la radio, así como estar al tanto de una revolucionaria nueva tecnología que en los próximos años iba a llegar a España, la televisión.
Algún tiempo después regresa a Barcelona y funda junto a varios socios, concretamente el 15 de diciembre de 1948, la empresa Internacional Radio Televisión, S.A. con domicilio social en la calle Rosellón 227 de Barcelona y la fábrica ubicada en Travesera de las Corts 312. Una enorme parte de la plantilla inicial de la empresa eran vecinos de su pueblo natal Jerez de Marquesado que se habían trasladado a Barcelona. José María se preocupó de que sus vecinos recibieran formación en electrónica.
Durante los años 1950 adquiere enorme presencia en el mercado español por la introducción de numerosos modelos de receptores de radios.
Debido a que no contaban con los conocimientos necesarios para fabricar su propio modelo de receptor de televisión, José Gómez Serrano realiza un viaje a Italia a las oficinas de Magnadyne Radio, dándoles permiso a utilizar sus patentes. Inter introducía así su primer modelo de televisión en 1958, la TV-214, basado en un televisor Magnadyne.
Fruto de esto, Inter Electrónica siguió teniendo relaciones con la fabricante de radio y televisión italiana Magnadyne. Sirvió de base tecnológica para que Inter se desarrollara, basándose en patentes italianas para la fabricación y diseño de receptores de televisión.
Gracias a la creciente demanda de la televisión, continua innovación, introducción de nuevos productos y de una vasta distribución, Inter durante los años 60 consigue una amplia presencia en territorio español y rápidamente crece de manera monumental. Inter se convierte en posiblemente, la compañía nacional más importante del ámbito de la radio-televisión en España. El primer televisor en muchos hogares españoles de los años 60, fue un Inter.
El director técnico de Magnadyne, Giuseppe Zanarini, veterano ingeniero de la radio y televisión en Italia (que ya mentenía relaciones con Inter) se trasladó a España por esa época a trabajar para Inter como director de Laboratorio de Fábrica. También entra como diseñador industrial Felipe Mor Peréz, que diseñó diversos aparatos de radio y televisión, además escribe varios libros de servicio técnico y esquemarios a través de Ediciones Técnicas Rede, propiedad de Pascual Gómez Aparicio (hijo de José María).
Para garantizar un servicio técnico con cobertura en las principales ciudades españolas, en 1963 fue creada la filial Inter Servicio, S.A., contando con talleres autorizados repartidos por todo el país. El propio Gómez Serrano solía visitar los talleres en los viajes que realizaba en coche por toda España.
Inter desmanteló la vieja fábrica y construyó un enorme complejo de factoría y oficina en el mismo domicilio de Travesera de las Corts. Fue inaugurado el 27 de junio de 1966, contando con la presencia del entonces ministro de Industria Gregorio López Bravo.
La dirección de las empresas que conformaban Inter Electrónica estaban en manos de los dos hijos de José Gómez Serrano. Pascual Gómez Aparicio ocupó la dirección general de la empresa y de la factoría, mientras que Rafael era director comercial y de distribución.
Inter comprendía de tres empresas:
- INTER ELECTRÓNICA, S.A. (factoría, con sede en Travesera de las Corts 312, esquina con calle Ecuador. Dirigido por Pascual Gómez Aparicio)
- INTERNACIONAL RADIO TELEVISIÓN, S.A. (firma comercial y distribución, con sede en calle Rosellón 227. Dirigido por Rafael Gómez Aparicio)
- INTER SERVICIO, S.A. (talleres de servicio técnico, con sede en calle Capitán Arenas 21-25. Dirigido por Antonio Ibáñez Fernández, amigo de la familia Gómez Aparicio)
José Gómez Serrano permaneció como presidente de la compañía, siendo considerado «Presidente Honorífico». Debido a su dilatada vida dedicada a la industria electrónica, en julio de 1966 le fue concedida la medalla de plata al Mérito del Trabajo.
Origen de la Overkal
Santiago Arcocha Noguera nació en Barcelona en 1924. Su familia se dedicaba al sector hostelero en dicha ciudad. En los años 1940 mientras era estudiante forjó interés por la radio y la electrónica, afición que compartía con Rafael Gómez Aparicio, compañero de clase. Siendo amigo de él y de su familia durante muchos años.
Empezó ayudando a su madre al negocio de apartamentos que tenía su familia en Barcelona. Su profesión principal en contra de lo que uno podría creer, no fue en el sector de la electrónica, sino en el sector paramédico, era conductor de ambulancias. Más tarde en su vida trabajó como enfermero.
Bajo palabras de su hijo, Santiago era una persona muy inquieta y curiosa que le gustaba estar siempre al tanto de todas las novedades tecnológicas del momento y de nuevas oportunidades de negocio que iban apareciendo.
Debido a su unión familiar y a su interés en los nuevos negocios, realizaba regularmente viajes a América, especialmente Argentina, que era el país natal de su mujer.
Fue probablemente entre finales de 1972 y la primera mitad de 1973 cuando creemos que Santiago Arcocha conoció la Magnavox Odyssey, la primera consola de videojuegos de la historia.
Desarrollada por Ralph Baer, Bill Harrison y su equipo en Sanders Associates durante los años 60, llegó a un acuerdo con Magnavox en 1971 para explotar comercialmente la idea. Odyssey fue introducida en Estados Unidos en septiembre de 1972 a través de tiendas autorizadas de la marca.
Teniendo en cuenta el interés que poseía Santiago en el sector electrónico, el primer contacto con Odyssey pudo haberse producido en una feria o convención de electrónica en algún viaje a América. También podría haberlo leído en una revista, o por algún conocido que se lo habría comentado… Es algo que muy probablemente nunca sabremos.
Lo evidente es que Santiago Arcocha le llamó la atención esta nueva forma de entretenimiento como una oportunidad de negocio, y él mismo la quiso llevar a España.
De la forma que fuese, Santiago consiguió una Magnavox Odyssey. Uno podría pensar de que es ilógico, ya que es imposible conectar una consola de territorio americano en un televisor europeo, especialmente en 1973, mucho antes de la aparición de convertidores de señal.
La Magnavox Odyssey no obstante cuenta con unos potenciómetros para el ajuste de sincronía vertical y horizontal de la imagen, por lo que Santiago no tuvo dificultad en ajustarlo para poder utilizar la consola en un televisor europeo. El cable de antena de Odyssey (conocido por su extraño conector que iba a una caja) lo pudo adaptar de manera sencilla al tratarse de un cable coaxial, o presindir de él y directamente soldar un cable de antena desde la placa.
Santiago estudió la tecnología de Odyssey y realizó pequeñas modificaciones a la consola, en el que se presentaban juegos seleccionables mediante «una unidad programadora» (es decir, mediante interruptores) y los mandos iban conectados permanentemente a la consola. Aunque fueron eliminados el conector para el rifle (posiblemente porque Santiago no consiguió el Shooting Gallery de Odyssey) y la placa de circuito para la colisión de la pelota con una red, ya que no hay juego tipo «frontón».
Este diseño, con el nombre «Dispositivo electrónico para la modulación y gobierno del haz en un tubo de rayos catódicos» (ES4144191A) fue patentado a nombre de Santiago Arcocha Noguera el 7 de mayo de 1973 en Madrid.
Santiago decidió recurrir a la familia Gómez Aparicio y Serrano con quiénes mantenía una larga amistad como ya comentamos previamente. En algún momento él ofreció su idea a Inter Electrónica para producirla, que acabó siendo la «Overkal», nombre tomado de un modelo de receptor de radio introducido por Inter en 1951.
Cortesía de Pascual Gómez Casals
El nombre «Overkal» fue registrada como marca comercial el 31 de julio de 1973 por Inter con número ES0722234, como «juguete electrónico». Lo que sugiere de que Inter tenía en mente el desarrollo y comercialización de la consola desde al menos julio de 1973, lo cual es bastante sorprendente.
Cortesía de Oficina Española de Patentes y Marcas.
Como interesante nota a parte, comentar que el 12 de febrero de 1974 el diseñador industrial Mario Verneda Galobart patentó la Magnavox Odyssey (literalmente) con el nombre «Juego electrónico para aparatos de televisión» (ES200406U)
El agente de patentes de Santiago Arcocha presentó una reclamación ante la Oficina Española de Patentes y Marcas el 15 de noviembre de 1975 al tratarse de un diseño muy similar. La patente de Mario Verneda quedó inválida. Es irónico pensar que la «copia perfeccionada» tuviese preferencia sobre alguien que intentó registrar el diseño de la Odyssey como suyo.
Desarrollo y demostración de la Overkal
Lo pintoresco de todo este asunto es el cómo y porqué una empresa tan reputada en España como era Inter Electrónica decidiera dar luz verde y fabricar este aparato, siendo conscientes de que era una copia literal de un producto de Magnavox. Una copia que además no tenía licencia, algo que no mucho más tarde empresas tales como Zanussi o Epoch tuvieron que pagar para fabricar sus propias consolas. Es posible que no les interesara económicamente y pensaron en asumir el riesgo. Igualmente son decisiones que posiblemente nunca conoceremos realmente el porqué.
De cualquier modo, la materialización de la Overkal fue llevada a cabo durante la segunda mitad de 1973 por el propio Santiago Arcocha Noguera. El Laboratorio de Fábrica de Inter Electrónica, encabezado por los ingenieros Giuseppe Zanarini y Ramón Coderch podrían estar también implicados en el diseño de la consola, al menos según algunos ex-empleados de Inter.
De cualquier modo, el propio Santiago Arcocha registró a su nombre los diseños industriales de las carcasas de la consola y los controles el 4 de diciembre de 1973 (I0078920 y I0078921, respectivamente). Se asume con este registro que la consola prácticamente se encontraba terminada a finales de noviembre o principios de diciembre de 1973.
Por otra parte, el manual de instrucciones debió de ser elaborado durante diciembre de 1973. El libreto fue presentado el 27 de diciembre de aquel año en la Oficina del Depósito Legal de Barcelona con el número B-54487-73, a nombre de Inter Electrónica.
Con todo prácticamente listo, uno pensaría que la producción de la Overkal comenzaría en enero de 1974. No obstante durante ese mes en Inter Electrónica ocurrieron numerosas disputas y confrontaciones con el personal de fábrica, debido a desacuerdos salariales.
Se les había prometido una subida actualizada del salario mínimo a causa del mayor coste de vida a causa de la alta inflación de la época. Salario que llevaba siendo el mismo desde que fue establecido en el último Convenio Colectivo, datado de 1971.
No obstante la dirección de la factoría no actualizó los salarios como se les había prometido pocos meses antes. La mayoría de plantilla se declaró en huelga, quedando la actividad de la fábrica paralizada. No mucho más tarde, ocurrieron confrontaciones laborales, llegando incluso al arresto de varios empleados por parte de la policía.
Además de daños en el material de la factoría, valorados en 30.000 pesetas. Inter tergiversó los hechos y lanzó a la prensa que un grupo de empleados había arrojado objetos por las ventanas a la calle, incluyendo piezas de televisión. El 13 de enero se suspendió durante 1 semana en empleo y salario a los 310 empleados de los 346 que tenían en plantilla.
(13 de enero de 1974)
A pesar del intento de reconciliación, la confrontación laboral siguió persistiendo. Finalmente, los 310 empleados afectados regresaron a su trabajo el 22 de enero, aunque las líneas de producción siguieron quedando paradas y la empresa amenazó con imponer nuevas sanciones.
La actividad de la factoría se restauró a partir del 1 de febrero y de manera paulatina, aunque aún con cierta polémica. La Overkal no cabe duda en este sentido que se vio seriamente afectada por esta disputa, siendo retrasada su producción y consecuente aparición a febrero, aunque no nos adelantemos…
Documentos cortesía del Arxiu Històric de la Ciutat de Barcelona
En Inter Electrónica era costumbre demostrar nuevos productos de la marca a sus empleados poco tiempo antes de ser lanzados comercialmente para obtener primeras impresiones. La Overkal no fue una excepción en este sentido, siendo demostrada entre empleados de Inter, entre ellos, un testimonio que pude entrevistar, que fue jefe de taller de Córdoba e inspector de taller para la zona de Andalucía Occidental (en Inter Servicio los inspectores de taller estaban dispuestos por áreas en el territorio español).
En febrero de 1974, no mucho tiempo después del incidente sucedido en la factoría, él viajó a Barcelona junto a varios jefes de taller al SIT (Servicio De Información Técnica) que era un local propiedad de Inter situado en Travesera de las Corts, próximo a donde estaba situada la fábrica.
El edificio contaba con una academia para instruir y enseñar a los inspectores y jefes de taller de todos los puntos de servicio técnico que tenía Inter en España para que pudieran estar al tanto y envolverse en las posibles futuras reparaciones de los nuevos productos que Inter introducía, es decir, para adquirir un conocimiento técnico más profundo de los aparatos. Aquella vez fueron para recibir un curso del modelo de televisión TVC-366.
Basado en el chasis británico Thorn-Ferguson 3500 y adaptado para el mercado español para las señales PAL. Este receptor supuso la entrada de Inter Electrónica en la mayor sensación tecnológica de aquel momento, la televisión en color.
TVE apenas había comenzado a producir programas en color en 1974, aunque no sería hasta mediados, tirando a finales de los años 70 cuando gran parte de los fabricantes de televisores nacionales empiezan a introducir y promocionar de manera masiva modelos de televisor en color.
En sus inicios, en 1974-1975 tan sólo habían unos 50.000 receptores en España, siendo la mayor parte importados desde otros países europeos, o fabricados partiendo de chasis o tecnología extranjera existente como hizo Telefunken Ibérica, Lavis o en este caso Inter. La TVC-366 es posiblemente uno de los primeros receptores de televisión de color construidos en España.
Pues fue en una de las visitas a la academia que pudieron presenciar una mesa en el que estaban demostrando un televisor de 14 pulgadas en blanco y negro y un extraño aparato de color blanco «con forma de sombrero» y unos controladores, mostrando en pantalla dos jugadores y una bola yendo de un extremo a otro. Además de una serie de transparencias que se acoplaban a la pantalla. Nunca antes habían visto algo semejante.
Esto les cautivó extrema curiosidad, preguntando qué era todo esto. La respuesta por parte del jefe de la academia fue:
Esto es una cosa que tenemos «en ensayo». Aún no sabemos si se va a comercializar, pero creemos que sí. Por el momento existen muy pocas unidades que van a ser distribuidas en Barcelona.
Pero cuando llegue el momento no os preocupéis, que os llamaremos para realizar un curso de formación que he preparado y que creo que os va a resultar muy interesante.
Sin embargo este sería el primer y último contacto que tuvo este testimonio con la Overkal. Nunca más volvió a oír sobre aquel aparato, ni se mencionó ni se realizó el curso que les habían prometido. Para sorpresa de este servidor, cincuenta años después, este testimonio seguía recordando con gran nitidez aquel único encuentro.
Resulta evidente con todo esto que Inter no le dio importancia ni soporte a la consola desde un principio, ya que no llegaron ni a instruir a sus propios empleados técnicos sobre la consola.
Este testimonio me arrojó un dato muy interesante a raíz de la cita anterior, y es que Inter solía distribuir sus nuevos productos primero a los establecimientos y comerciantes habituales de la marca en Barcelona, con el fin de obtener impresiones y datos de cara a realizar predicciones de producción y venta para el resto de España.
Por lo que se asume que la Overkal se iba a comercializar en poco tiempo, situando la fecha de lanzamiento no mucho más tarde a dicho encuentro, es decir, en febrero, o como muy tarde, marzo de 1974.
A parte de esto, otro detalle importante, y que a día de hoy es uno de los mayores misterios que rodean a la Overkal, es la ausencia de mención de fabricante en la caja, en las instrucciones, folleto de garantía o incluso en la propia consola. A pesar de todo el tiempo que he dedicado intentando hablar con ex-empleados de Inter e investigando por mi cuenta, nunca he averiguado el porqué. Aunque probablemente intuyo que podría tratarse de varias causas, ordenadas de mayor a menor fundamento:
- Puede ser una medida para evitar posibles repercusiones legales con Magnavox / Sanders Associates. En la base de la carcasa de la Odyssey vienen grabadas los números de las patentes originales de Sanders Associates, por lo que sabrían de antemano que estaban «pirateando».
- Al tratarse de un aparato diseñado e ideado por una persona ajena a Inter Electrónica, la compañía simplemente actuó como fabricante y distribuidora de la consola, reservándose el derecho a utilizar su marca.
- No quisieron que el nombre de Inter estuviese relacionada con la idea poco seria de vender un «juguete» para jugar con el televisor.
O bien podría tratarse de una mezcla de algunas, o de todas ellas, o de ninguna. Puede que nunca lo lleguemos a saber.
Lo que no cabe la menor duda, es que la falta de mención de fabricante no es una coincidencia, se trata de una decisión deliberada. al extremo de que la empresa de soporte técnico de la compañía (Inter Servicio, S.A.) es mencionada con las iniciales I.S.S.A en el folleto de garantía de la consola como se puede ver abajo.
Comercialización de la Overkal
Cortesía de Jesús Alboran70
La Overkal fue lanzada comercialmente de manera inicial en febrero de 1974 en Barcelona, a un precio del que se cree que podría ser unas 9000 pesetas.
La unidad con fecha de adquisición más temprana conocida proviene de una unidad adquirida en El Corte Inglés en julio de 1974 en la lista de bodas de los padres de Tatiana Delgado, programadora de videojuegos. El Corte Inglés por aquella época era distribuidor habitual de los productos de Inter Electrónica.
La primera mención de la Overkal en prensa escrita no obstante, no lo encontramos hasta el 24 de noviembre de 1974, en una publicidad de ofertas navideñas de los Almacenes Capitol aparecida en el diario de La Vanguardia de Barcelona en el que sale ofertada al precio de 9000 pesetas. La consola vuelve a hacer aparición en otra publicidad de Almacenes Capitol del 1 de diciembre de 1974.
Consulté todos los números de entre 1973 y 1974 de la publicación de «Revista Española de Electrónica», dirigida por Pascual Gómez Aparicio (director de la factoría de Inter como mencioné anteriormente) y tampoco existe menciones hacia la Overkal.
Hasta lo que he logrado averiguar, está ausente en revistas y catálogos de regalos y juguetes, así como en ferias y convenciones de dicho sector en España entre 1974, 75 y 76.
Sin embargo, a principios de 2024 pude localizar una mención de la Overkal en el catálogo de juguetes de El Corte Inglés de 1975. En contra de lo que uno podría pensar, el catálogo es de la Navidad de 1974, es decir, el año indicado se refiere al año de Reyes. En el listado de establecimientos en España no aparece El Corte Inglés de Vigo, el cual fue inaugurado en septiembre de 1975, además, el depósito legal está fechado en el 74. La Overkal que se sepa, no aparece en el catálogo de juguetes de 1976.
Promodisa (Promodis, S.A.)
En 2015 el usuario Adrián Morcillo publicó en Twitter haber adquirido un folleto promocional de la Overkal, en el que se menciona que era vendida por correo por la compañía Promodisa, al precio completo de 9400 pesetas (con 10% de descuento, es decir el precio completo es de 10450 pesetas), o al precio de 2490 pesetas con 8 mensualidades de 995 pesetas, ambos casos sumando 150 pesetas de gastos de envío.
Marçal Mora en su investigación reportó que Promodisa se trataba de una empresa dedicada a la venta de productos por correo, fue fundada el 19 de noviembre de 1973 como filial de la editorial barcelonesa Seix Barral. Promodisa fue uno de los distribuidores de la Overkal.
Cortesía de la Biblioteca de Prensa Histórica (Ministerio de Cultura y Deporte)
Por lo que pude hablar con el hijo de Santiago Arcocha (inventor de la Overkal), me comentó que su familia tuvo relación con Verón Editores (y al parecer también con Editorial Juventud, ya que me mencionó que recibió como obsequio varios cómics de Tintin cuando era un niño debido a la amistad con el director de la editorial), pero no tiene ninguna relación, al menos que sepamos, con la editorial Seix Barral. Por lo que la idea de que la Overkal fuese vendida por Promodisa pudo haber venido desde Inter, o por algún miembro de Seix Barral que tuvo interés en la consola,… Lo desconocemos totalmente.
La fecha y número de depósito legal encontrados en este folleto (borde abajo-derecha de la última página) hace pensar que la Overkal fue por primera vez vendida por Promodisa aproximadamente a mediados de 1975, a falta de una solicitud a la Biblioteca de Catalunya de la fecha de presentación del número de depósito legal. Es curioso como antes no se tuvo en cuenta este detalle.
La existencia de la otra publicidad con carta de pedido, inédita hasta la publicación de este artículo, evidencia que Promodisa estaba vendiendo la Overkal sobre las navidades y reyes de 1975 – 1976, juzgando igualmente los números de depósito legal (el del folleto es de finales de 1975 y la carta de pedido es de principios de 1976)
La Overkal con todo lo previamente comentado, es evidente que tuvo una vida comercial relativamente larga para tratarse de un «experimento», pero considerando ciertos aspectos, no es demasiado difícil que esto ocurriera…
El «éxito» de la Overkal
Encontré en 2017 una Overkal en venta en Wallapop. Normalmente suelo preguntar a los vendedores de estas consolas el cuando y donde las adquirieron. Para mí suerte, el vendedor era el dueño original de la consola y me contó muy amablemente su recuerdo:
La consola se compró la víspera de Reyes de 1977 a las 12 de noche, por aquel entonces las tiendas cerraban muy tarde en esa fecha. Fui a cenar con mis padres, y al salir de un bar vimos el “juguete” en el escaparate de una tienda de electrodomésticos. A mi padre y a mi nos gustó, así que la compro como regalo de Reyes. No estaba previsto comprarla, sencillamente mi padre se encaprichó y la compró en el momento.
Estratur era una casa de electrodomésticos de barrio más bien grande en la que vendían neveras, cocinas, televisores,… Desconozco que hacía la consola en el escaparate, ya que era un artículo que francamente no pegaba mucho allí.
Se compró en Estratur del paseo de Fabra i Puig. Además tenían otra tienda más pequeña en la calle Rubén Darío, las dos estaban en el barrio de Sant Andreu.
Sant Andreu no era un barrio de alto poder económico, más bien al contrario era un barrio obrero. Fábricas como la Pegaso (al lado de Estratur), La Maquinista, Fabra i Coats estaban situadas en este barrio.
Ignoro dónde la vendían ya que desconocíamos la existencia de este aparato, lo descubrimos de casualidad.
Además me compartió esta factura, en la que podemos apreciar que data del 6 de enero de 1977 a un precio de 6000 pesetas, es decir, un tercio menos del precio de venta original en 1974.
También me envió este tarjeta postal de garantía, nunca antes vista:
Por otro lado, las consolas que he ido encontrado a la venta en tablones de segunda mano casi siempre mostraban descuentos. Como es el caso de una Overkal de Marçal Mora con diversas pegatinas de El Corte Inglés en la caja, fruto de haber pasado por varias rebajas. Así como de otra consola vendida en eBay con el precio de El Corte Inglés marcado a mano, indicando ser una liquidación.
Si no fuera esto poco, había establecimientos que comenzaron a rebajar la consola habiendo pasado apenas un año de su lanzamiento, muy probablemente para intentar deshacerse de ellas.
Para muestra de ello encontramos un anuncio de rebajas en la cadena de tiendas de electrodómesticos VER en el periódico Pueblo de Madrid, publicados el 7 y 14 de julio de 1975 en el que se ofertaba la Overkal por tan sólo 6950 pesetas. Recordemos que unos 8 meses antes en los Almacenes Capitol de Barcelona estaba ofertándose por 9000. No cabe duda que la consola no vendía bien.
Cortesía de Biblioteca de Prensa Histórica (Ministerio de Cultura y Deporte)
Teniendo en cuenta todo esto, resulta evidente que las ventas de la Overkal eran lentas y a cuenta gotas. Había unidades que cogían polvo en las estanterías y la mayoría de ellas se vendían en liquidaciones y ofertas, y muy lentamente.
Pero claro… ¿Cómo es posible que la Overkal siendo una máquina tan «revolucionaria» para su tiempo y que se llegó a vender en El Corte Inglés, pueda ser a la vez tan rara y desconocida?
Pues porque para tratarse de un «juguete», de un entretenimiento familiar, era extremadamente caro. El salario mínimo en España en 1974 equivalía a un tercio del precio de la consola, es decir, unas 3000 pesetas.
La comercialización de la consola a pesar de ser relativamente amplia al ser distribuida por El Corte Inglés además de otros grandes almacenes y comercios de electrodomésticos, no obstante no tuvo promoción ni presencia en catálogos, revistas, ferias y convenciones de electrónica y juguetes. Es extraño, porque Inter precisamente como vimos antes era una enorme compañía.
A todo esto hay que tener en cuenta que muy posiblemente, conectar dispositivos al televisor por no hablar del hecho de usar el televisor para jugar, eran conceptos singulares en aquella época. Era una idea que muchos temieron adentrarse, a pesar de que para 1975, el 79% de los hogares en España disponía de un receptor de televisión.
Basándonos en todo lo que se ha comentado, es obvio afirmar que Inter Electrónica no tuvo interés en la Overkal. Fuese por razones o justificaciones legales, comerciales,… Sólo las podemos imaginar y suponer como he explicado arriba. La certeza de lo que realmente ocurrió hace 50 años seguirá siendo desconocida…
Conexión con Argentina
Contiene fragmentos y fotos del artículo «Videojuel, la historia de la primera consola de videojuegos argentina creada y diseñada en La Plata», redactado por Martín Arrúa para 0221.com.ar
Recomiendo echarle un vistazo.
Parece sorprendente, pero Overkal a pesar de que no consiguió prácticamente éxito en España, si fue una consola que fue muy influyente en el desarrollo de la primera consola de éxito en Argentina, o al menos indirectamente.
En 1975 el técnico Mario Luis Díaz, dueño de Laboratorio Electrónico Hiroshima, negocio local que él abrió en 1966 en el barrio de La Plata en Buenos Aires, dedicada a la venta y reparación de electrodomésticos, radios y TV empezó a diseñar la consola Videojuel, también basada en la Magnavox Odyssey.
Se las entretenía en su tienda de 20:00 de la tarde a 1:00 de la mañana diseñando la consola, y no fue un trabajo para nada sencillo. Hay que tener en cuenta ya no sólo la tecnología que había en Argentina, la falta de medios que Díaz disponía por aquel entonces, sino además por todas las complicaciones que él afrontó.
Tuvo inconvenientes con algunos sindicatos que, por diversos motivos, frenaron el desarrollo de la Videojuel. También ocurrieron otros anecdóticos sucesos, como la vez que la Policía lo detuvo por tener en sus manos un rifle. Sin embargo, no era un rifle de verdad, era uno de plástico que Mario había diseñado para uno de los juegos de la consola. Por suerte, un amigo suyo que era policía le consiguió liberar del calabozo. Hay que tener en cuenta que Argentina en 1975 se encontraba en una turbulenta situación sociopolítica.
La idea de Mario con la consola no era tanto hacer un aparato para que los niños solo se entretuvieran, sino uno con el que pudieran entretener al mismo que aprendían. Intención que se manifiesta en el texto introductorio del manual de instrucciones.
Esta consola tomó además inspiración en algunos elementos de la Overkal, al extremo de que algunos textos e ilustraciones de las instrucciones de la Videojuel son tomados de manera casi literal del manual de la Overkal. La lámina transparente del juego «Fútbol», el cual era un juego exclusivo diseñado para la Overkal que no tenía la Odyssey, fue también copiado por la Videojuel.
Cortesía de Marçal Mora (RetroMaquinitas.com)
Cortesía de Compuclasico.com
Esto hace pensar que Mario Luis Díaz además de la Odyssey, tuvo contacto con la Overkal. No obstante, cuando tuve la oportunidad de entrevistarle, me comentó que no conocía dicha consola. Teniendo en cuenta que han pasado casi 50 años, es comprensible que no lo recuerde. Aunque es muy evidente que tuvieron que conocer también la Overkal por las pruebas que os acabo de ilustrar.
La carcasa de la consola, el manual de instrucciones, cartas así como las transparencias fueron diseñadas en un local fotográfico que el propio Mario poseía.
La Videojuel fue presentada en una exposición que periódicamente se realizaba en el colegio industrial Albert Thomas del barrio de La Plata para mostrar nuevos productos tecnológicos. Tenía un expositor con 14 consolas para jugar. La Videojuel acaparó el interés y atención de tanto niños como de adultos. Los presentes estaban asombrados por el rifle y por el color que daban las transparencias.
Esto causó que al poco tiempo hubieran enormes visitas en su local, teniendo que poner en un mostrador dos televisores con dos consolas para que pudiesen jugar cuatro personas.
Por insistencia de sus amigos Mario decidió registrar la Videojuel en el Registro de Modelo y Diseño de Argentina el 21 de octubre de 1975.
Sin embargo, debido a que uno de los agentes del Registro era empleado de la firma de radio y televisores argentina Panoramic, se fijó en su diseño. Influenciado por la Videojuel, diseñaron una consola con una carcasa en forma de maletín en el que se guardaban los mandos y transformador, pero que no tenía transparencias ni accesorios. Contaba con un selector de juegos mediante botones, lo cual es similar a la Overkal. Este diseño (que no dejaba de ser también un clon de Odyssey) llamado «Dispositivo de entretenimiento y destreza conectable a receptores de televisión» había sido registrado el 6 de agosto de 1976.
Poco tiempo después, estaba siendo comercializada la consola Telematch de Panoramic, siendo un éxito arrollador en Argentina, vendiendo varias miles de unidades.
Revista infantil «Anteojito», diciembre de 1976
A causa de la aplastante competencia, red de distribuidores y la ventaja que tenía una empresa del tamaño de Panoramic, sumado a los problemas económicos que atrevesaba Mario Luis Díaz, se vio obligado a no seguir comercializando su consola. Se produjeron tan sólo 150 unidades de la Videojuel.
Frustrado por ello, decidió llevar a juicio Panoramic. Bajo palabras de Mario, él buscaba el reconocimiento de haber sido el primero en crear una consola de videojuegos, y por tanto de priorizar su registro e invalidar la presentada por Panoramic. Sin embargo, al tratarse de un modelo de invención, los de Panoramic se basaron que al no tratarse de una patente, su registro no suponía ninguna infracción. Mario no quería recibir ninguna compensación económica, pero quiso justicia por el trabajo que había realizado. No obstante, el pleito lo terminó retirando debido al fallecimiento de su abogado.
Mario Luis Díaz se fue a vivir a Brasil durante un tiempo. Intentó convencer a los directivos de la filial brasileña de Sharp para comercializar su invención, sin embargo, no tuvo éxito.
Mientras tanto en España…
La primera aparición de los videojuegos en España sucedió en el sector recreativo mediante la introducción del Ping-Pong de Sega, S.A. (Segasa), máquina clon del Pong de Atari introducida en la primavera de 1973. Estaba basada a su vez en la Alca Ping-Pong. Segasa se fundó en marzo de 1968 con capital de Sega Enterprises.
Poco tiempo más tarde, fruto de la fiebre por este juego, diversas fabricantes españolas del sector recreativo se subieron al carro, como Centromatic, Euromatic, Petaco y Famaresa, fabricando e incluso importando máquinas de Pong. El precio de este tipo de máquinas era bastante más elevado en España que las regulares máquinas de juegos electromecánicos debido a la utilización de placas electrónicas PCB del juego (normalmente importadas, que venían agravados con tasas de importación) y de televisores en blanco y negro.
El conocido en aquella época como «ping-pong» supuso una sensación debido a su novedad, sencillez de jugabilidad y su ubicación en lugares públicos y de gran número como es en bares y comercios (algo que en España precisamente nunca hay pocos), suponiendo el primer acercamiento a los videojuegos para muchas personas. Sin embargo el «ping-pong» solamente supuso una moda que duró hasta 1975, cuando la mayoría de fabricantes del sector recreativo abandona la producción de este tipo de máquinas.
Segasa (que en 1976 fue renombrada a Sonic para evitar problemas legales con Sega) fue práctimente la única compañía que apostó por el sector de las llamadas «máquinas de vídeo». Fabricando mediante licencia máquinas de Atari, Midway, Williams y de Taito.
Cortesía de Recreativas.org
El sector del vídeo renació en 1979 con la llegada de Space Invaders y Galaxian, sumándose muchas empresas españolas del sector recreativo al carro de las máquinas de vídeo. Aunque en esta ocasión no se trataba de una moda, sino de algo que definitivamente vino para quedar. Este sin duda fue el inicio de la llamada «edad dorada» de los arcades, que sucedió entre finales de los años 70 y mediados de los años 80.
Imagen cortesía de Recreativas.org
La introducción de las videoconsolas
El siguiente intento en España de fabricar una consola de videojuegos vino de la mano de la empresa valenciana Togisa, S.A., comercializando la Teletenis Multijuegos en 1976.
Una consola que desgraciadamente por desconocimiento se la suele clasificar como una consola «de segunda», más concretamente una consola tipo Pong de finales de los años 70. Sin embargo, se trata de un aparato anterior a esta era y bastante interesante. El sistema utilizaba tecnología de chips TTL y empleaba cartuchos, teniendo un catálogo de 8 juegos.
Su característica más notable es que la consola disponía de una antena telescópica, permitiendo ser sintonizada en un televisor desde el control de sintonía de la consola, es decir era una consola inalámbrica. Siendo junto a la japonesa Epoch Electrotennis, una de las pocas consolas presentaban esta tecnología, aunque el aparato de Epoch necesitaba de un dispositivo externo para ser sintonizada, mientras que la Teletenis Multijuegos lo incorporaba de fábrica.
El aparato fue diseñado por el ingeniero Luis Beut Torres basándose en el diseño de la consola alemana Interton Video 2000 y la Philips Video Spiel. No se fabricaron muchas unidades.
Los videojuegos a nivel doméstico en España consiguieron su primer éxito significativo en 1977, con la introducción y comercialización de consolas basadas en el chip AY-3-8500 de General Instruments, en el que se integraba variantes del juego «Pong».
Debido a la sencillez y bajo coste de construcción que permitía la utilización de este chip, muchos emprendieron y fabricaron su propia consola de videojuegos. Esto creó una elevada competencia que causaron una guerra de precios y diversidad de opciones, que permitieron ser aparatos económicos y con gran distribución, entrando en muchos hogares.
Empresas nacionales tales Togisa, Alreac, Master Electronics, Iedosa, Bianchi,… Algunas de ellas con un trasfondo previo en la electrónica o en la industria juguetera se subieron al carro de esta «moda» que duraría por unos cuantos años. Empresas extranjeras tales como la alemana Interton también se adentraron a comercializar consolas en España. Empezaron a abundar además consolas importadas de oriente de marcas como Conic, Soundic, Temco, Regina, etc…
Sin embargo, el futuro del sector de los videojuegos, tarde o temprano, iban a ser las consolas con basadas en microprocesador con cartuchos ROM intercambiables. La primera consola en emplear cartuchos de la historia fue la Fairchild Channel F, introducida en Estados Unidos por Fairchild Semiconductor en 1976.
En Europa fue comercializada por la empresa electrónica Saba como Videoplay en 1977.
Que se sepa nunca tuvo un lanzamiento oficial en España, aunque sí existe mención de ella en este artículo de la Mercatronic de diciembre de 1977, dedicado a los videojuegos.
Alrededor de 1978 y 1982 se introdujeron consolas con cartuchos basadas en la 1292 Advanced Programmable Video System de Audiosonic. En España aparecieron sistemas tales la Interton VC 4000, las Video Play y Tele Computer de Aureac, la TRQ H-21 y la Palson Tele Computer.
Pero la gran revolución de todo esto como bien es sabido, la creó Atari con su mítica Video Computer System o VCS (que posteriormente fue bautizada como Atari 2600) lanzada en Estados Unidos en 1977.
Si bien se había introducido tímidamente en el mercado europeo, y se vendía relativamente bien en Estados Unidos, no fue hasta 1980 con el lanzamiento de la adaptación de Space Invaders para la Atari 2600, cuando el sistema empieza a tener éxito significativo.
En España fue inicialmente vendida en 1979 en bazares y grandes almacenes mediante importación desde otros países europeos. La Atari 2600 fue oficialmente lanzada en España en noviembre de 1980, siendo distribuida por la compañía malagueña Audelec, S.A. (Audio-Electrónica, S.A.).
A pesar de las lentas ventas iniciales debido a su elevado precio de 25000 pesetas, la demanda se multipló por 5 en las navidades de 1980, vendiendo las 5000 unidades que poseían en existencias. Para 1981, Atari-Audelec se estableció como líder en la naciente industria del videojuego en España. Ellos crearon un nuevo paradigma.
Aunque bueno, aquí me estoy reservando información para un artículo que estoy escribiendo sobre Atari, Inc. en España, que próximamente publicaré…
¿Que fue de Inter? ¿Y del inventor de la Overkal?
A mediados de los años 1970 Inter entra en negociaciones con la firma alemana Grundig, para una fusión de ambas compañías, para que Grundig se establezca en España.
El acuerdo con Grundig se termina formalizando en 1978, y la marca se fusiona para pasar a llamarse «Inter-Grundig».
El 30 de agosto de 1978, José Gómez Serrano, fundador y mentor, había fallecido junto a su mujer en un trágico accidente de tráfico. Supuso una noticia muy triste para sus cercanos y su empresa.
La marca comercial Inter más pronto que tarde terminaría desapareciendo pasando a ser sólo Grundig, aunque la sociedad se siguió llamando «Inter-Grundig, S.A.»
Alrededor de los años 80 la factoría de Travessera de las Corts pasó a llamarse Fabricante Europeo de Televisores, S.A. (FETESA), fabricando televisores para otras marcas.
En 1992 la ya entonces llamada Grundig España cerró la factoría, producto de la deslocalización de muchas marcas de electrónica establecidas en España. El edificio fue demolido y en su lugar, se construyó un bloque de viviendas en 1996, con un taller mecánico en el bajo comercial.
La familia Gómez Aparicio abandonaron la electrónica para dedicarse al sector hostelero, siendo los dueños del hotel Gallery en Barcelona, ubicado en la calle Rosellón, muy cerca de las antiguas oficinas de Inter. Pascual falleció en 2014.
Por otra parte el inventor de la Overkal, Santiago Arcocha, continuó con su oficio en el sector sanitario hasta su jubilación a principios de los años 1980. Por aquella época se centra en su negocio hostelero ubicado en la carretera entre Cardedeu y Cànoves i Samalús, el hotel rural Can Mateuet, una casa que llevaba en propiedad de su familia desde los años 60. Gestionó el negocio junto a su hijo. Santiago falleció en mayo de 2007 a la edad de 83 años.
Conclusiones
No cabe la menor duda que esta investigación me ha hecho aprender muchas cosas, pero sin duda la más importante es que nunca has de subestimar las posibilidades de encontrar nueva información, no importa cuanto tiempo ha pasado.
Es lógico pensar que debido a que nunca ha existido un interés real y dedicado a los orígenes de los videojuegos en España, hay muchos datos que he tenido que investigar y buscar por mis propios medios.
Han tenido que pasar muchos años para que se pudiera conocer quién fue el inventor de la Overkal, aunque bueno, más vale tarde que nunca. De cierto modo me produce impotencia pensar que Santiago Arcocha Noguera no viva para saber que su «creación», es a día de hoy 50 años después, objeto de interés y fascinación.
No obstante esto no deja de ser una muestra más de cuanta historia se ha perdido debido a lo poco valorado que está la historia de los videojuegos y de la industria electrónica fuera de Estados Unidos y Japón.
Muchos me diréis, bueno, él realmente no inventó nada, él copió la Magnavox Odyssey para venderla aquí.
Pues es curioso, porque si uno analiza la historia de la informática y los videojuegos (y de la tecnología realmente), muchos de los grandes hitos de la industria han surgido por «espabilados» que imitaron una gran idea y la perfeccionaron.
Sin ir más lejos Atari se inspiró en el Ping-Pong de la Magnavox Odyssey para crear su Pong, creando el primer gran éxito de la industria del videojuego. No crearon los videojuegos por supuesto, pero sí fueron los que lo hicieron populares y tienen un gran lugar en la historia de los videojuegos.
En este sentido, si bien Santiago Arcocha no es Ralph Baer (inventor de la primera consola de la historia), ni Nolan Bushnell (fundador de Atari), ni Al Alcorn (creador del Pong), si creo que su creación y su nombre merece formar parte de la historia de los videojuegos, tal vez no por importancia de haber popularizado o inventado algo, pero si por haber sido la primera persona que visionó una consola de videojuegos fuera de Estados Unidos.
También es evidente mi homenaje a Inter Electrónica, y a todas aquellas personas que tuvieron que ver con el desarrollo de la radio y televisión en España. Y de por supuesto Ralph Baer, el padre de la primera consola de videojuegos.
A pesar de que hay elementos de toda esta historia que estarán perdidos para siempre, nunca pierdo la esperanza de seguir encontrando más, y lo seguiré intentando hacer, siempre que mi motivación por este trabajo y tiempo libre me lo permitan.
Este artículo sigue sin estar acabado, y nunca va a estarlo, por lo que no es de extrañar que reciba actualizaciones esporádicas. Sea poca o mucha información, siempre ha de ser apreciada.
Si has llegado hasta aquí, te doy las gracias por leer. Si te gustaría apoyarme, comparte este artículo. Me alegraría mucho ver difundido mi trabajo.
Agradecimientos
Por otro lado quiero agradecer a todas las personas que de algún modo me han podido ayudar en esta investigación. No puedo mencionar a todos, pero quiero agradecer a:
- José María Gómez Torres
- Santiago Arcocha Noguera, Jr.
- Pascual Gómez Casals
- Adrián Morcillo
- David Hofmann
- Marçal Mora
- Tatiana Delgado
- Martín Arrúa
- Sly DC
- Mario Luis Díaz
- Equipo de Cuarto Milenio
- Raffotek
- Ex-empleados de Inter Electrónica y Grundig España
Sin vosotros, sin vuestros granitos de arena, esto jamás hubiera sido posible.
MARTIN F. MARTORELL
Referencias
Información y fotografías tomadas de
- «Overkal» de Marçal Mora (retromaquinitas.com)
- «I.S.S.A Overkal» de David Winter (pong-story.com)
- «Inter S.A. Barcelona» de El blog de Moebius (moebius-bcn.com)
- Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM) (oepm.es)
- Retro Ordenadores Orty (retroordenadoresorty.blogspot.com)
- Recreativas.org
- Radiomuseum.org
Excepcional artículo.
Buen trabajo, Martín.
Buen trabajo!! Enhorabuena
Enhora buena por el artículo.
En el 80 y poco mis padres me compraron un Dragón 64k, que tengo guardado por algún trastero. Se vendía en jugueterías.
Aprendí a programar en basic, lo más sencillo. Luego mi vida fue por otros sitios.
El caso del Dragón es también curioso porque leí que se fabricaba o montaba en una fabrica de piensos en Cáceres.
Era un pc personal de lo primero que llegó a España.
Un saludo.
Menuda joya de artículo, esto es para estar una tarde entera leyendo. Te he visto en cuarto milenio y me ha sorprendido lo joven que eres, lo que demuestra que el interés por el retro seguirá una vez que los que vivimos esa época no estemos. Si sigues escribiendo artículos de esta calidad, no me cabe duda de que en breve vas a ser un referente en el sector.
Un saludo
Muy bien artículo, gracias por compartirlo.
¡Excelente!
Hola Martin,
He leído tu artículo después de tu aparición en Cuarto Milenio.
¡¡¡Me ha parecido una investigación SENSACIONAL !!!
He disfrutado mucho leyéndolo.
Mi más sincera enhorabuena por el trabajo de documentación
Alfredo
Esas frases publicitarias del tipo «el tercer canal», «no requiere instalación», «no produce ruidos» o «no daña su televisor» me estremecieron el alma por su anacronismo y viejunez. Es que pensando en aquella época y el poco éxito de este aparato, realmente parecería una terrible idea para esos padres dejar que los niños «manosearan» y «jugaran» con el televisor. Todavía recuerdo en casa de mis abuelos en los años 90, un televisor con un control remoto del tamaño de un ladrillo, y que era sagrado, y atreverse a cambiar de canal o tocar algo allí era una tarea de auténticos valientes. Qué tiempos.
El artículo es fantástico. Mucho mejor que lo que se mostró en la entrevista que te hicieron en Cuarto Milenio. Aunque desde luego da mucha publicidad y gracias a ella la gente puede conocer tus investigaciones. Buen trabajo de documentación sin duda. Me encanta el tema de «Aquellos chalados con sus locos cacharros». Cuando sale algo nuevo a nivel tecnológico, los inicios, las pruebas, los fracasos, los pioneros,….. Muy interesante.